En España este ámbito es el más maltratado y abandonado de la traducción e interpretación en los servicios públicos, ya que la figura de intérprete en las instituciones sanitarias es prácticamente inexistente.
Seguimos analizando la situación de la traducción e interpretación en los servicios públicos, esta vez vamos a fijarnos en el ámbito sanitario. Su relevancia es indiscutible por dos motivos fundamentales:
- En España, la sanidad es pública y universal, lo que significa que toda la ciudadania tiene el derecho de ser atendida sin sufrir discriminación de ningún tipo en hospitales y centros de salud.
- Es el ámbito donde la seguridad y la salud de la ciudadanía más está en juego.
Sin embargo, en España este ámbito es el más maltratado y abandonado de la TISP, ya que la figura de intérprete en las instituciones sanitarias es prácticamente inexistente. Para empezar, no contamos con ninguna legislación (ni europea ni española) que garantice el acceso igualitario a una asistencia sanitaria. Todos estaremos de acuerdo en que para garantizar este acceso igualitario, es necesario ser atendido en la lengua del paciente. ¿Os imagináis ir al hospital y no poder explicarle al personal sanitario lo que te sucede porque no hablas español? Veamos ahora cómo abordan esta situación en los centros de salud y las nefastas consecuencias que tiene no dejar este servicio en manos de intérpretes:
- Les acompañan familiares y amigos que hablan un poco mejor español. Esto conlleva situaciones en las que, por ejemplo, la hija menor de edad del paciente debe entender el tratamiento o diagnóstico y la jerga médica, traducirla a su idioma y explicársela a la paciente. Este hecho origina que a menudo los pacientes no tengan claro su diagnóstico y tratamiento, con circunstancias fatales en algunos casos.
- Comunicación mediante gestos combinado con la utilización del inglés como lengua franca.
- Uso de traductores automáticos: en mi trabajo de final de máster me encontré con un uso extendido por parte del personal sanitario del uso del traductor automático para comunicarse con los pacientes. No puedo dejar de subrayar lo vital que resulta la figura humana especialmente en este ámbito, que además requiere de un nivel de especialización muy alto y de la aplicación de un complejo código deontológico.
El convencimiento por parte de médicos y administrativos de que usando traductores automáticos pueden comunicarse perfectamente con el paciente es un hecho muy grave que pone en riesgo la salud del paciente. Teniendo en cuenta esto y la ignorancia y dejadez por parte de la Administración Pública para atajar este problema, ahora más que nunca es necesario que asociaciones, investigadores y profesionales hagamos hincapié en la alarmante problemática derivada de la utilización de traductores automáticos en el ámbito de la salud para frenar esta práctica y evitar que se extienda en otros ámbitos.